Los cambios legislativos y la influencia de los medios de comunicación recuerdan permanentemente a las organizaciones que deben ser proactivas y diligentes para asegurarse de que cuentan con protocolos de prevención para evitar un incidente, tal como que un niño, niña o adolescente (NNA) sea abusado o que los colaboradores sean acusados falsamente de abuso.

Pero ¿qué debe hacerse frente a estas crisis? ¿Cómo reaccionar de la manera más adecuada frente a hechos tan graves?

Ya sea que su organización se enfrente actualmente a una situación difícil o esté preparando un plan de manejo de crisis, es importante estar consciente del impacto que una acusación o incidente de abuso puede tener en las personas afectadas, en la organización y en la comunidad en general. En las personas agredidas será una herida que cambiará su vida y en el caso de las organizaciones pueden incluso verse obligada a terminar con sus actividades.

Las acciones que realiza una organización antes, durante y después de un incidente preparan el escenario para una variedad de reacciones, opiniones y efectos que pueden durar años, por eso es clave saber cómo actuar.

Cada situación es diferente. Algunas pueden involucrar incidentes entre un adulto a un NNA, mientras que otros pueden involucrar abuso entre pares. La situación puede involucrar a un trabajador o miembro actual de la organización y en otras ocasiones, es posible que surja una denuncia de una situación que ocurrió hace décadas, que involucra a personas que quizás no conozca, ni se sepa cómo comunicarse con estos o incluso saber si todavía están vivos.

Para ayudarlo a manejar estas decisiones difíciles y garantizar que el proceso de respuesta de la organización considere siempre enfocarse en primer lugar en la víctima y se lleve a cabo sin problemas y de manera estratégica, Praesidium cuenta con un conjunto de recursos que incluyen orientación sobre pasos críticos, destaca puntos de decisión y proporciona ejemplos para comenzar. Este Manual de Crisis se divide en tres secciones: 1. Cómo prepararse antes de que ocurra un incidente, 2. Responder de manera efectiva si es que ocurre un incidente y 2. Trabajar para prevenir incidentes futuros.

Praesidium ha trabajado con clientes de todo el mundo para ayudarlos a evaluar, prevenir y responder al abuso sexual. Sabemos que disponer de los sistemas adecuados de gestión de crisis pueden marcar la diferencia sobre los efectos en la víctima y la comunidad y esperamos que estas reflexiones le ayuden a enfrentar estas difíciles situaciones.

Antes de que surja una crisis, es importante que la organización se concentre en prevenir el incidente, minimizar las barreras de notificación o denuncia no sólo de hechos constitutivos de delito, sino de señales de advertencia, como comportamientos inapropiados y traspaso de límites y trabajar de manera especial para crear una cultura de seguridad.

También hay cosas concretas que una organización debe preparar antes de que ocurra un incidente para asegurarse de que puedan responder en el momento de manera adecuada, con calma, confianza, delicadeza y compasión. Es importante tener en cuenta que no todas las acusaciones involucrarán acciones que ocurrieron dentro de su organización. A veces, su equipo se enterará de eventos que ocurrieron en el hogar de los usuarios o en otra organización. Estas situaciones pueden presentar desafíos porque se tiene menos control sobre ellas, pero no por eso la organización puede desentenderse por completo del hecho.

Entre otras cosas, Praesidium recomienda formar con tiempo, un pequeño equipo de manejo de crisis. Idealmente, este equipo debe haberse reunido antes de que surja una crisis, pero posteriormente solo serán convocados en caso de necesidad. Este equipo o grupo de trabajo, puede incluir miembros del equipo de la organización, un par de expertos externos que puedan apoyar en temas legales y comunicacionales y eventualmente un representante del problema que están enfrentando. Quien lidere este equipo no tiene necesariamente ser el “jefe” de la organización, porque a pesar de lo que esté pasando, la organización debe seguir funcionando, sin embargo, quien lo lidere debe tener llegada directa al jefe y saber decir lo que corresponde y no solo lo políticamente correcto.