Estadísticamente, es más seguro transportar niños, niñas o adolescentes (NNA) hacia y desde la escuela en un furgón escolar que en un auto, sin embargo los accidentes de tránsito no son los únicos incidentes relacionados con un furgón que pueden causar lesiones en los estudiantes.

El abuso sexual de los NNA por parte del conductor del furgón, de su ayudante o agresiones de parte de otros estudiantes son solo algunas de las situaciones que pueden sufrir los NNA en los furgones escolares. ¿Cómo prevenir estos incidentes?

Para entregar mayor seguridad en relación a los furgones, Carabineros de Chile y CONASET han entregado una serie de recomendaciones, entre otras:

  1. Verificar que la patente esté inscrita en el Registro Nacional de Transporte Escolar.
  2. Los conductores de furgones escolares, deben entregar una copia autorizada del certificado de inscripción en los establecimientos educacionales en donde presten servicios.
  3. El conductor debe poseer licencia clase A1 o A3 y una tarjeta que lo identifique con foto y RUT que se ubique a la vista en el parabrisas delantero.
  4. El vehículo debe ser amarillo y portar un letrero triangular sobre el techo con la leyenda “escolares”.
  5. El vehículo debe contar con una luz de seguridad que debe mantenerse encendida mientras bajen o suban escolares.
  6. El vehículo debe contar con ventanas que se puedan abrir a ambos lados.
  7. Toda la documentación del vehículo debe encontrarse vigente y disponible para la revisión de representantes del establecimiento escolar, padres, madres y tutores, además de autoridades correspondientes.
  8. Se debe indicar, en un lugar visible, la capacidad máxima de pasajeros.
  9. Los vehículos desde 2007 en adelante, deben contar con cinturón de seguridad, en todos los asientos.

Desgraciadamente las sugerencias anteriores son necesarias, pero no suficientes. Cuando los padres, madres o tutores deban elegir qué furgón escolar contratar, deben preguntarse por cómo se hizo la contratación, que capacitación han recibido y a qué supervisión están sujetos los conductores. No es raro escuchar que un conductor de furgón cambió su ruta para poder abusar sexualmente de un NNA, que hubo estudiantes lesionados por otros pares, incluso relatos de algunos NNA que se quedaron dormidos en el furgón al final del día cuando este regresó al garage de furgones.

A pesar de que normalmente no existe un vínculo contractual entre colegios y empresas de furgones, el furgón es, de alguna manera, una extensión de la escuela, por lo que el deber de mantener seguros a los estudiantes no solo es de padres, madres, tutores y de quienes conducen los furgones escolares, si no que parte de esta obligación también recae en el colegio.

Por esta razón, se sugiere que los establecimientos entreguen algunos consejos a padres/madres y tutores acerca de cómo asegurarse de que los conductores de los furgones sean las personas más adecuadas para tratar con sus hijos/as, considerando que estos son personas de alto acceso a los estudiantes.

Entre estas sugerencias, los colegios pueden incluir (aunque no sean requisitos legales):

  • Asegurarse de que exista un contrato firmado, entre ambas partes (empresas o personas naturales que proporcionen el servicio de transportista y los padres/madres/tutores), en que se especifiquen las responsabilidades mutuas.
  • Solicitar a los dueños de la empresa de furgones, realizar una evaluación y selección a conductores, que incluya una entrevista psicológica, búsqueda de antecedentes y entrevistas personales a ellos y a un par de referencias (p.ej. empleadores anteriores).
  • Asegurarse de que los empleadores desarrollen y promuevan un grupo de políticas o “reglas” cuyo cumplimiento sea obligatorio y que la empresa transportista se comprometa a capacitar en estas, por ejemplo:
    • El conductor debe permanecer siempre en la ruta asignada.
    • La prohibición de que los estudiantes se bajen en paradas no asignadas.
    • El conductor debe asegurarse de que todos los estudiantes hayan sido dejados en sus hogares al final de la jornada.
    • Seguir siempre la Regla de 3 (2 adultos + 1 niño, 2 niños + 1 adulto); si hay un solo alumno que sea el primero o último en ser retirado o dejado en su casa, deberán ir dos adultos.
    • Prohibir el traslado de NNA en los asientos delanteros.
  • Las empresas de furgones deben desarrollar protocolos claros para que los choferes apliquen en caso de incidentes y evitar confiar en el conductor para disciplinar a los niños, niñas o adolescentes.
  • Se sugiere que los conductores reciban también capacitación sobre cómo detectar señales de abuso sexual, informar sospechas de abuso, etc.
  • Asegurarse de que los choferes sean supervisados y monitoreados para confirmar que cumplan con estos requisitos.

La mejor manera de concentrarse en la seguridad de los estudiantes es a través de políticas claras que establezcan estándares para manejar y reportar el comportamiento inapropiado entre adultos y estudiantes y/o entre pares dentro de los furgones, como también protocolos de monitoreo de seguridad y responsabilidades y límites para los escolares y los acompañantes de los choferes. Es clave que las empresas de transporte desarrollen procedimientos que identifiquen a personas específicas para llevar a cabo estas políticas, capaciten al personal en estos procedimientos y creen un mecanismo para garantizar que la persona responsable cumpla.