Comúnmente, es posible observar cómo padres y madres en todo el mundo comparten fotografías o videos de sus hijos o hijas en redes sociales, tendencia que incluso ya ha sido bautizada como “sharenting”, por la combinación de las palabras en inglés share (compartir) y parenting (paternidad). Esta moda se ha transformado, además, en un buen negocio para aquellos padres o madres “influencers” que buscan promocionar productos para niños a través de esas plataformas.
Sin embargo, esta verdadera “huella digital” que van dejando los padres y madres de sus hijos o hijas, pueden generar más consecuencias negativas que positivas, ya que internet entraña riesgos de los que muchas veces no se es consciente, debido a que desde el momento en que se publica o envía, el contenido ya no está a su alcance.
La experta en prevención de abusos sexuales y directora ejecutiva de Praesidium Chile, Ximena Schencke, alerta sobre los riesgos de esta tendencia, que puede llevar a niños, niñas o adolescentes a ser víctimas no solo de ciberbullying, sino que, incluso, de acoso y agresión sexual.
“El ‘sharenting’ es una práctica aparentemente inocente, pero que puede generar riesgos de los cuales las personas aún no han tomado conciencia. Los padres, sin mala intención, suben a las redes sociales desde la ecografía al nacimiento de sus hijos o hijas, su primer cumpleaños, su primer día de clases o imágenes de fiestas familiares que, antes de la aparición de estas plataformas, se quedaban en el ámbito privado. Sin darnos cuenta, en cada una de esas imágenes se puede estar entregando información valiosa, que puede poner en riesgo la seguridad de nuestros niños y niñas. Esta práctica puede dejar expuestos a los niños o niñas a acciones como el ciberbullying, el robo de datos, el grooming, la suplantación de identidad y a un gran número de delitos relacionados con internet, incluyendo el abuso sexual”, sostiene Schencke. “Adicionalmente, debemos recordar que en Chile aún no contamos con una legislación que regule el acoso por Internet, por lo que es clave que sean los padres quienes protejan a los menores de este tipo de delitos.”
La directora ejecutiva de Praesidium Chile agrega que esta «sobre exposición» de los hijos e hijas se produce además, en la mayoría de las veces, sin el permiso explícito por parte del niño, niña o adolescente. “Cuando estos niños o niñas tienen la edad suficiente para usar los medios sociales por sí mismos, muchos ya tienen una identidad digital creada para ellos por sus padres o madres, y probablemente no todas estas fotografías o videos van a ser de su gusto», afirma.
Para ayudar a los padres y madres a tener una mayor responsabilidad digital a la hora de exponer a los hijos a las redes sociales, Praesidium Chile entrega los siguientes consejos para proteger la privacidad de los menores de edad:
- Preservar la intimidad de los niños, niñas o adolescentes: evitar dar datos personales en las publicaciones para respetar la privacidad de niños, niñas o adolescentes, así como pixelar la cara de los mismos y que siempre salgan vestidos.
- Mantener una comunicación abierta con el niño, niña o adolescente y respetar su decisión: con niños o niñas mayores, que puedan entender más del impacto de las redes sociales, preguntarles si les parece bien que se compartan imágenes donde aparecen y respetar su opinión antes de publicar, cualquiera sea su decisión.
- Ajustes de privacidad: es fundamental comprobar la privacidad de las plataformas en las que se tiene actividad para saber si las publicaciones son visibles para todo el público o simplemente para familiares y amigos. Lo ideal sería limitar el acceso y optar por un perfil privado en estos casos.
- Ajustes de ubicación y geolocalización: jamás se debe publicar una foto con una dirección exacta de dónde se encuentra el niño, niña o adolescente o cuya ubicación pueda deducirse de la misma imagen, son datos que podrían poner en riesgo la seguridad de niños, niñas o adolescentes.