Actualmente, las políticas de acoso sexual en organizaciones se orientan más bien en reforzar la reacción y respuesta, pero no en desarrollar una prevención eficaz, la que en general carece de medidas y orientación específicas.

El Acoso laboral, según el Código del Trabajo, es «toda conducta que constituya agresión u hostigamientos reiterados, ejercida por el empleador o por uno o más trabajadores, en contra de otro u otros trabajadores, por cualquier medio, y que tenga como resultado para el o los afectados su menoscabo, maltrato o humillación, o bien que amenace o perjudique su situación laboral o sus oportunidades en el empleo«.

En general, la declaración de tolerancia cero, común en las organizaciones, es más bien una norma abstracta que una guía cotidiana donde se definan comportamientos apropiados e inapropiados para el lugar de trabajo. La prevención eficaz requiere empoderar a colaboradores para intervenir preventivamente en incidentes de acoso (aún cuando no sean ellos los involucrados), diseñar políticas y capacitar en actitudes y acciones. La intervención preventiva desde el inicio es clave. Los acosadores siguen patrones similares a abusadores de niños, utilizando manipulación gradual, por lo que las políticas claras son fundamentales para definir interacciones permitidas en el trabajo.
La prevención no solo evita costos financieros, si no que más importante aún, mejora el clima laboral.

Con más de 30 años de experiencia, Praesidium sabe que la prevención efectiva es compleja y que se requiere de un enfoque sistémico, es decir:
1. Establecer políticas en las que la organización defina y sociabilice no solo los límites, sino también las consecuencias en caso de vulneración de estos.
2. Entregar capacitación continua, reiterada todos los años y a todos los nuevos miembros.
3. Un proceso de evaluación y selección que deje claro el compromiso de la organización en relación a este tema.
4. Canales de denuncia: métodos claros para informar y responder a inquietudes.
5. Protocolo de respuesta que garantice tiempos de respuesta cumplidos, ya que la falta de respuesta afecta la confianza y debilita la prevención.

Los esfuerzos exitosos requieren compromiso de tiempo y recursos, sin embargo estos son esenciales para organizaciones que priorizan la seguridad de sus colaboradores y colaboradoras.