De acuerdo a nuestra experiencia, muchas veces las organizaciones confían todo el monitoreo a un solo dispositivo: las cámaras de video. ¿Son confiables en esta labor?

Es importante considerar que el monitoreo y la supervisión pueden dividirse en cuatro conceptos:

  1. Monitoreo del personal.
  2. Monitoreo de usuarios/niños, niñas o adolescentes.
  3. Monitoreo de actividades de alto riesgo.
  4. Monitoreo de instalaciones.

Las cámaras son una herramienta útil para la documentación y verificación. Instalarlas en áreas comunes como pasillos, fuera de vestidores y baños y en áreas de bajo tráfico, puede disuadir la comisión de un delito y ayudar a promover una sensación de seguridad en su organización. Si se recibe la denuncia de un hecho, puede revisarse el video de la cámara para confirmar si sucedió algo, cuándo, dónde y si hay otras personas que pudieron ser testigos. En caso de una acusación de abuso, las grabaciones pueden ser útiles para las autoridades civiles que realicen la investigación correspondiente.

Aunque las cámaras sirven como herramientas de documentación, nunca deben sustituir la labor de supervisión que realicen las personas. En nuestra experiencia, el monitoreo y la supervisión más efectivos se logran cuando son realizados por miembros bien capacitados y comprometidos en proporcionar un entorno seguro para sus usuarios.

Si su organización instala cámaras como parte de su estrategia de monitoreo y supervisión, recomendamos implementar las siguientes mejores prácticas:

  1. Utilice las grabaciones para revisar acciones retroactivamente, más que como medida para evitar que ocurran incidentes.
  2. Insista a los supervisores y personal en general, que recorran con frecuencia las instalaciones para monitorear las actividades y sus participantes.
  3. Revise las grabaciones de manera rutinaria, esto puede ayudarle a revisar conductas que sean señales de alerta, violaciones de políticas o normas, interacciones inapropiadas entre niños, niñas o adolescentes y adultos, ratios de adultos vs. niños, niñas o adolescentes, etc.;
  4. Asegúrese de que todas las personas que revisan las grabaciones o los videos hayan completado la capacitación sobre cómo revisar y utilizar grabaciones para el monitoreo; y
  5. Evalúe periódicamente la ubicación de las cámaras para garantizar que capten áreas de alto riesgo dentro de las instalaciones, tales como pasillos fuera de los baños, áreas aisladas, escaleras, lugares apartados y otros lugares de alto riesgo.