Un solo incidente de abuso sexual puede causar una vida de dolor para un niño, niña, adolescente o adulto vulnerable. También puede dañar irreparablemente la reputación, la estabilidad financiera y la proyección de su organización, así como la moral de los colaboradores(as) o voluntarios(as). Aunque las investigaciones muestran que el abuso sexual es frecuente dentro de tipo de organizaciones, también se ha comprobado que sí se puede prevenir. Ahí es donde interviene Praesidium. Nuestros servicios y recursos, basados en la investigación, ayudan a reducir el riesgo de abuso y garantizar un entorno más seguro para todos los involucrados.
La prevención del abuso no es una acción o un protocolo que se utiliza ante una situación específica y luego se guarda. Para que una organización logre prevenir este tipo de agresiones de manera efectiva, sus miembros deben realizar a diario un trabajo comprometido y coordinado entre todos quienes forman parte de la organización, para así sentar bases sólidas de una Cultura de Seguridad, que no solo proteja a los usuarios(as) del abuso, sino también a los/las colaboradores/as y voluntarios/as de acusaciones falsas.
Toda política, norma o protocolo que se relacione con la prevención del abuso debe ser conocida por todos los miembros de la organización, sin excepción, ya que un incidente de abuso sexual impacta la gestión, desarrollo y proyección de las organizaciones, afectando, además, la convivencia y cuestionando permanentemente a los líderes respecto de la posibilidad de haber hecho algo para evitarlos. Además, se sabe que en más de dos tercios de los casos de demandas por abuso sexual contra una organización, la parte demandante gana el juicio y las indemnizaciones compensatorias que debe costear la organización pueden generar un desequilibrio económico que podría poner en riesgo su continuidad.
Por otra parte, investigaciones realizadas por Praesidium sobre modelos nacionales e internacionales sugeridos para enfrentar o prevenir el abuso sexual en diversas organizaciones, han permitido constatar que en muchos casos se confunden las acciones de prevención con gestiones de respuesta, es decir, los lineamientos que los componen hacen referencia a cómo denunciar, cómo contener a la víctima, cómo evitar la revictimización, pero en la gran mayoría de los casos, hay ausencia parcial o total de acciones que evidentemente podrían evitar los incidentes de abuso y lograr un ambiente de seguridad real, que impida actuar a los agresores.
Praesidium considera que un modelo de prevención debe definir el problema, evaluar el alcance de la situación y definir protocolos, estándares y procedimientos que permitan programar un proyecto de impacto con planes de acción concretos que aseguren la resolución del problema, en este caso la prevención del abuso. Este debe lograr que los miembros de la comunidad que componen la organización pasen de la conformidad en relación al problema, al cumplimiento que se refiere más a la respuesta, para lograr finalmente el compromiso de todos los integrantes de la organización, en una cultura de seguridad en la que cada miembro se sienta parte
Estadísticas de abuso sexual en Chile, nuestra realidad
A medida que el fenómeno de los abusos sexuales se ha ido develando en todo tipo de organizaciones, algunas ya han tomado conciencia de la importancia de desarrollar medidas proactivas para prevenir este tipo de hechos, como es el caso de algunos establecimientos escolares que han comprendido que no solo deben entregar educación a sus estudiantes, sino también espacios seguros y acogedores para convivir, que promuevan el desarrollo humano de toda su comunidad.
La información entregada por el último estudio realizado por Unicef en nuestro país (2012), revela la magnitud del problema en Chile:
- 1 de cada 7 niñas y 1 de cada 11 niños serán abusados sexualmente antes de cumplir los 18 años.
- El 90% de los agresores son conocidos por su víctima o por la familia de la víctima.
- Solo el 15% de los abusos que se cometen al año son denunciados, y de ellos apenas el 3,3% recibe una sentencia judicial.
- Más del 99% de los abusos quedan impunes.
Las consecuencias para la vida de este tipo de agresiones, según nuestras investigaciones, son realmente nefastas: las víctimas de abuso sexual tienen 3 veces más probabilidades de sufrir depresión; son 4 veces más propensas a contemplar el suicidio; son 13 veces más propensas a abusar del alcohol y tienen 26 veces más probabilidades de abusar de las drogas. Además, tienen 40 veces más probabilidades de experimentar problemas con su pareja y son más propensas a sufrir físicamente, con un mayor riesgo de enfermedades cardíacas y obesidad.
Contáctenos aquí para evaluar en conjunto cómo podemos ayudar a su organización en sus esfuerzos de prevención.