Alrededor del 95% de los adolescentes entre 12 y 17 años utiliza internet a diario. Su uso puede exponerlos a abusadores sexuales en línea, que buscan contacto con niños, niñas o adolescentes a través de sitios y aplicaciones de redes sociales. Con las tecnologías avanzando a ritmo acelerado, la dinámica del abuso también ha cambiado.

Según datos de Praesidium, Instagram se ha convertido en el principal medio para que los abusadores encuentren víctimas. Los agresores están adoptando nuevas y falsas identidades para engañar a sus víctimas, principalmente para hacerse pasar por personas de menor edad. Las conversaciones se pueden iniciar con un post inocente para que el niño, niña o adolescente entable un primer contacto, para luego empezar a compartir información personal con el desconocido. Con esos datos, al abusador logra fácilmente localizar e identificar al menor de edad. Esta práctica la pueden realizar con aproximadamente 20 a 30 niños o niñas a la vez. Snapchat es también otra plataforma peligrosa dado que los agresores la usan para enviar pornografía infantil a otros abusadores infantiles. Esta plataforma además dificulta la posibilidad de investigar estos delitos, por sus especiales características de seguridad.

Aunque este diagnóstico suena muy complejo de enfrentar, la buena noticia es que el abuso es completamente prevenible, sin embargo, normalmente un niño, niña o adolescente confiará plenamente en las comunicaciones que reciba por parte de los miembros de la organización o programa en los que participe, ya sea su escuela o colegio, club deportivo, gimnasio, taller extraprogramático, etc. Es por ello que es fundamental que las organizaciones sean extremadamente diligentes en la creación de límites seguros dentro de los espacios virtuales.

Para poder trabajar en la prevención del abuso en línea, es importante conocer los comportamientos que tienen los adolescentes en esas plataformas y los métodos y patrones que usan los abusadores. Solo de esa forma se podrán implementar las mejores medidas de seguridad.

Tipos de abusadores

Existen dos tipos de abusadores sexuales:

  • Los abusadores preferenciales, que se sienten atraídos principalmente por niños, niñas o adolescentes. A menudo inician la relación con la víctima de manera presencial, pues trabajan o son voluntarios en una organización. En este caso, el abusador usa internet para afianzar la relación y realizar avances en el plano sexual.
  • Los abusadores situacionales: no sienten una atracción específica por niños, niñas o adolescentes. Conocen a su víctima y su relación comienza de manera inocente o profesional, donde se hacen amigos de la víctima, sin embargo, un factor estresante en la vida del adulto lo empuja a cruzar los límites en este entorno privado.

Cómo manipulan (ejercen grooming) a las víctimas

Primero, el agresor usa la comunicación digital para “acceder” al objetivo. Mensajes de texto, mensajería instantánea o sitios y aplicaciones de redes sociales son formas comunes para iniciar el contacto con niños, niñas o adolescentes. El objetivo final del abusador es conocer a su víctima de manera presencial para un encuentro sexual.

La apariencia de anonimato de las redes sociales entregan a los niños, niñas o adolescentes la percepción de un entorno seguro. El abusador utiliza este escenario privado para generar confianza y así desarrollar poco a poco cercanía con su eventual víctima, mostrándose interesado y comprensivo con sus sentimientos. El agresor puede enviarle regalos o dinero o despertar curiosidad sexual. Gradualmente, se empiezan a traspasar los límites, por ejemplo, enviando pornografía de manera “casual”.

Una vez que el abusador ha hecho vulnerable al niño, niña o adolescente, tiene la influencia para controlarlo. Puede entonces empezar a amenazar o chantajear a sus víctimas en esta etapa, para manipularlas para que se reúnan con él de manera presencial, manteniendo sus interacciones en secreto.

Recomendaciones de prevención

El abuso sexual puede ser prevenible por completo. Como organización, debe utilizar varias estrategias para evitar que un usuario bajo su cuidado se convierta en una víctima de abuso. Estas iniciativas incluyen:

Los programas y organizaciones al servicio de niños, niñas y adolescentes deben definir y crear normas de comunicaciones electrónicas aceptadas tanto para el personal como para los usuarios del programa. Para los comportamientos sexuales inapropiados estas políticas deben ser de tolerancia cero. Los límites establecidos deben ser claros, definiendo cuáles comportamientos se consideran apropiados o inapropiados y especificando las consecuencias de estos últimos.

Por ejemplo: “Está prohibida cualquier comunicación electrónica privada entre el personal y los niños, niñas y adolescentes, incluyendo sitios web, redes sociales, WhatsApp, mensajería directa, etc. Toda comunicación entre colaboradores o voluntarios y usuarios deberá ser transparente. La vulneración de esta política será sancionada ”.

Además es necesario realizar una revisión periódica de las normas de comunicaciones electrónicas de la organización, para considerar los cambios y avances de la tecnología.

También se aconseja entregar ejemplos concretos de lo permitido y no permitido:

  • Ejemplos de comunicaciones electrónicas apropiadas (Por ejemplo, “Solo responda a correos electrónicos, mensajes de texto, etc. cuando esté copiado un supervisor o padre/madre/tutor”. “Utilice solo direcciones de correo electrónico o números de teléfonos relacionados con el trabajo”, etc.).
  • Ejemplos de comunicaciones electrónicas inapropiadas (Por ejemplo, “hacerse amigo o seguir a niños, niñas y adolescentes en sitios de redes sociales; participar en conversaciones sexuales o compartir información personal íntima”).
  • Definiciones claras de cuándo el personal puede usar sus teléfonos celulares personales (Por ejemplo, emergencias, excursiones, cuando lo apruebe un supervisor o jefe directo, etc).
  • Lista de información o elementos que no pueden almacenarse en los dispositivos del personal (Por ejemplo, fotos de niños, niñas o adolescentes del programa).

Mantener estos límites apropiados debidamente definidos y bien conocidos por todos le permitirá a su organización responder rápidamente. Una vulneración de las políticas es un señal de advertencia por lo que interrumpir y responder a una infracción de este tipo, impedirá que la actividad progrese, además de ser una oportunidad de aprendizaje para el personal y los voluntarios.

Las organizaciones también deben comunicar sus normas de comunicación electrónica a los padres/madres o tutores. Lograr que todas las partes entiendan y sigan estas políticas creará prácticas que disuadirán naturalmente el comportamiento delictual.

Los niños, niñas y adolescentes deben conocer los peligros y las consecuencias de los comportamientos de riesgo en línea.

Alrededor del 33% de los adolescentes admiten ser amigos en Facebook de individuos que no conocen en persona. Además, el 48 % de los adolescentes dicen que han recibido mensajes sugerentes y el 20 % de ellos admiten haber enviado mensajes de texto con contenido sexual.

La seguridad en Internet debe enseñarse a niños, niñas y adolescentes desde una edad temprana y de manera continua a lo largo de su desarrollo. Deben comprender las consecuencias del comportamiento sexual inapropiado en línea. También se les debe enseñar las señales de advertencia del abuso en línea.

Los niños, niñas y adolescentes deben sentirse confiados al informar cualquier comportamiento extraño que observen o encuentren en línea. Las políticas organizacionales no deben juzgar y no castigar a los niños, niñas y adolescentes por informar.

Los padres/madres deben entender las señales de advertencia de abuso

Los padres deben estar atentos al acceso de sus hijos/as a Internet, a pesar de que un estudio reveló que el 60% de los padres/madres chequean el uso de Internet de sus hijos/as, este número debería ser mayor. Es importante que las organizaciones eduquen a los padres/madres y tutores sobre los abusadores y su manera de operar y acerca de las señales de que su hijo/a pudiera estar siendo víctima en línea y enseñarles las preguntas correctas para hacer a sus hijos/as sobre su actividad en internet. Los padres/madres y tutores deben comunicar permanentemente a sus hijos/as los peligros de hablar con desconocidos en línea.

Disuadir, comprobar y denunciar abusos

Las organizaciones pueden usar herramientas de bloqueo para que los niños, niñas y adolescentes tengan tener acceso limitado a Internet. Un miembro adulto del personal debe monitorear el uso de las computadoras mientras los niños, niñas y adolescentes las usan.

Los padres/madres y tutores y el personal deben considerar con seriedad los informes de cualquier traspaso de límites. Las organizaciones deben documentar las inquietudes que expresan los niños, niñas y adolescentes participantes u otro personal e involucrar a los padres/madres y tutores y, cuando sea necesario, informar a las autoridades.

Por dónde empezar

Las organizaciones se enfrentan a una abrumadora lista de maneras en que pueden ocurrir abusos dentro de sus instalaciones, por lo que el creciente uso de la comunicación electrónica en este tema debe ser abordado de manera seria.

Praesidium puede ayudar con la capacitación del personal, los voluntarios y los niños, niñas y adolescentes sobre la prevención del abuso sexual y cómo crear límites seguros. Praesidium también puede ayudar a redactar o revisar las políticas organizacionales existentes. Estas tres actividades son un paso significativo hacia la creación de un entorno seguro dentro de sus actividades. Contáctenos hoy para ayudarlo a comenzar.