Todos tenemos gustos personales y cosas que nos incomodan. El “espacio personal” es el área privada o límite imaginario que define cada persona de manera individual, es el límite que nos permite sentirnos cómodos en la medida que ese espacio es respetado por los demás. Ayuda a mantener alejadas las cosas que nos hacen sentir incómodos: sentimientos, palabras, imágenes y contactos físicos no deseados.

Es importante identificar a los adultos cuyo comportamiento habitualmente no respeta o ignora los límites personales de los niños, porque puede ser parte de una acción de grooming, una acción que busca dejar a los niños susceptibles de ser abusados.

Qué comportamientos son importantes de detectar porque pueden ser señales de advertencia en adultos o niños mayores:

Espacio personal

  • ¿Hace que los demás se sientan incómodos al ignorar los límites sociales, emocionales o físicos?
  • ¿Se niega a permitir que un niño establezca sus propios límites?
  • ¿Usa un lenguaje burlón o despectivo para evitar que un niño establezca sus límites?
  • ¿Insiste en abrazar, tocar, besar, hacer cosquillas, luchar o sostener a un niño incluso cuando el niño no quiere este contacto físico o atención?
  • ¿Merodea con frecuencia cuando hay niños/adolescentes en el baño?

Relaciones con los niños

  • Prefiere recurrir a un menor en busca de consuelo emocional o físico cuando comparte información o actividades personales o privadas, en vez de conversar con adultos.
  • Ha sido sorprendido en interacciones escondidas con adolescentes o niños (por ejemplo, juegos como Verdad o Desafío, compartir drogas, alcohol o material sexual) o pasa demasiado tiempo enviando correos electrónicos, mensajes de texto o llamando a niños o jóvenes.
  • Insiste en pasar tiempo a solas con un niño, sin supervisión.
  • Ofrece con frecuencia cuidar a niños gratis o llevarlos a salidas especiales; compra regalos para algunos niños o les da dinero sin razón aparente?
  • Permite que los niños o adolescentes tengan comportamientos inapropiados constantemente.

Conversación o comportamiento sexual

  • Muestra con frecuencia imágenes sexuales a niños o cuenta chistes que no son adecuados para un menor.
  • Expone ante niños imágenes sexuales de adultos, sin contexto.
  • Está demasiado interesado en la sexualidad de un niño o adolescente en particular (por ejemplo, habla repetidamente sobre el cuerpo en desarrollo del niño o interfiere con las citas normales de adolescentes).

Los límites apropiados ayudan a prevenir el abuso. Si detecta algunos de los comportamientos mencionados más arriba, informe al supervisor de esa persona en la organización; no deje de informar acerca de esta sospecha, interrumpir este tipo de comportamientos puede ser clave para prevenir el abuso a menores.

Fuente: Stop it Now