Praesidium comparte a continuación, las investigaciones más recientes sobre conductas de grooming o preparación previa a un abuso sexual; estas han sido realizadas por los expertos Dra. Elizabeth Jeglic, Dra. Georgia M. Winters y Dr. Benjamin N. Johnson. El texto completo de este artículo, “Identification Of Red Flag Child Sexual Grooming Behaviors”, puede leerse aquí.
Si bien es ampliamente conocido que los abusadores utilizan conductas de grooming o preparación para manipular a sus víctimas antes de abusar de ellas, esta nueva investigación examina comportamientos específicos que permiten diferenciarse claramente de aquellas interacciones sanas de adultos con niños, niñas y adolescentes (NNA).
Al encuestar a adultos que experimentaron abuso sexual en su infancia versus aquellos que no pasaron por esta experiencia, se pueden identificar diferencias claras en los comportamientos en los adultos. Uno de los hallazgos cruciales de la investigación destaca que la presencia de múltiples conductas de «grooming» era dos veces más probable en casos de abuso sexual infantil que en situaciones donde no se produjo abuso. Este hallazgo tiene implicaciones significativas para las organizaciones y las personas comprometidas en la creación de entornos seguros para sus usuarios. A partir de esta investigación, se pueden extraer valiosas lecciones que pueden aplicarse en la práctica para fortalecer la protección de todos los miembros de la organización.
IMPLICANCIAS PARA LAS ORGANIZACIONES
Políticas y capacitación sobre conductas de grooming
Las políticas de prevención de abuso y la capacitación son piezas clave de la estrategia de gestión del riesgo de abuso de la organización; cada integrante de la organización desempeña un rol en la prevención, por lo que todos deben estar capacitados y conocer las políticas internas sobre el tema. Para evitar que estos comportamientos de señales de advertencia lleguen a ser abusos, las personas necesitan saber cómo puede desarrollarse un abuso, qué acciones pueden ejercer para detenerlas y los pasos inmediatos para responder a cualquier comportamiento o sospecha de abuso que puedan observar.
La investigación encontró que era muy probable que los abusadores adoptaran conductas que les permitieran acceder a los NNA para aislarlos deliberadamente de los demás. Por ejemplo, el ejercer el aislamiento físico y psicológico tenía 20 veces más probabilidades de estar presente en casos de abuso sexual infantil. Los resultados también mostraron otros comportamientos significativos: los abusadores que pasaban tiempo con la familia de la víctima para tener acceso al NNA tenían 3,8 veces más probabilidades de abusar y tratar de realizar actividades a solas con el NNA sin otros adultos presentes, tenía 3,4 veces más probabilidades de ocurrir.
Para minimizar y evitar que estos comportamientos ocurran en su organización, es fundamental tener políticas claras sobre las interacciones de adultos y NNA dentro y fuera de la organización. Por ejemplo, las actividades individuales, reuniones, etc. deben reducirse al mínimo necesario para que los abusadores no puedan aislar e interactuar a solas con los NNA mientras están en el trabajo. Además, son vitales políticas claras y capacitación sobre cómo manejar el contacto externo con estos, en particular recordar el contacto virtual a través de redes sociales. Como organización, no siempre es posible prohibir todo contacto externo con los NNA; sin embargo, sí es posible implementar protocolos de contacto externo que los colaboradores y voluntarios deben cumplir (p.ej. informar cualquier relación preexistente con un NNA, recibir aprobación para asistir a eventos relacionados con estos, etc.). Políticas claras y precisas, junto con una capacitación eficaz sientan las bases para un entorno seguro dentro de su organización.
Educación y participación del usuario
Educar a los usuarios, padres, madres y tutores sobre cómo reconocer conductas de abuso y violaciones de políticas permite que estos grupos se conviertan en una parte valiosa del equipo de gestión de riesgos de su organización. Las organizaciones deben educar y capacitar tanto a los usuarios como a los miembros adultos de la comunidad para que sepan qué inquietudes deben compartir con la organización y a través de qué canales.
El estudio encontró que, estadísticamente, los abusadores eran más propensos a instar a los NNA a no denunciar los abusos, a guardar secretos y a utilizar recompensas o sobornos para aislarlos aún más.
Las investigaciones muestran que la privacidad y el secreto son herramientas necesarias y comunes que los abusadores utilizan para abusar de sus víctimas. Los usuarios deben saber y comprender que los secretos entre adultos y NNA están prohibidos y deben informarse inmediatamente a sus padres, madres, tutores y adultos de confianza dentro de su organización. Además, las organizaciones deben compartir con los padres, madres y tutores, el código de conducta de colaboradores y/o voluntarios y alentar a estos padres, madres y tutores a hablar con sus hijas/hijas sobre sus experiencias en la organización. Es necesario que las organizaciones creen un entorno de transparencia en el que los padres, madres, tutores y usuarios sepan cómo proteger del abuso a sus hijos/as y cómo denunciar sus inquietudes o sospechas.
Responder e Informar
La forma en que una organización responde a los informes de comportamientos de abuso y violaciones de políticas puede marcar la diferencia para evitar que dichos comportamientos alcancen el nivel de abuso. A medida que los individuos y las organizaciones aprenden más sobre estos comportamientos que pueden conducir a abuso, también se debe ser diligente en entregar una respuesta rápida y tener claro un protocolo con los próximos pasos cuando se reporta cualquier abuso o sospecha de este.
Jeglic et. al encontró que las conductas de grooming o preparación utilizadas para desensibilizar a los NNA al contacto y al contenido sexual eran los factores de riesgo estadísticamente más significativos (los agresores tenían 34 veces más probabilidades de participar en estas conductas). Esto incluye “cualquier contacto sexual que exponga el cuerpo desnudo del adulto, contacto excesivo con el NNA, exposición a contenido sexual como pornografía o discusión sobre comportamientos sexuales”.
Como se analizó anteriormente, es común que los abusadores busquen privacidad para participar en estos comportamientos con los NNA, los que pueden ser observables o informados a la organización por otro NNA. El tener políticas claras que describan la respuesta del personal, los voluntarios y los equipos directivos a las acusaciones o sospechas de abuso puede modificar de manera significativa el daño a la víctima, su familia y la organización. Estas son las mejores prácticas que su organización puede implementar al crear procedimientos de respuesta y presentación de informes/denuncias:
- Asegúrese de que su organización tenga una política que describa la respuesta adecuada del personal ante acusaciones o incidentes de abuso.
- Asegúrese de que su organización tenga una política que describa la respuesta adecuada de jefes o supervisores a las denuncias de acusaciones o incidentes de abuso.
- Asegúrese de que su organización tenga una política que describa la respuesta adecuada del equipo directivo a las denuncias de acusaciones o incidentes de abuso.
- Asegúrese de que cada una de las políticas aborde los requisitos de presentación de denuncias obligatorias a las autoridades competentes.
En general, los hallazgos de Jeglic et al. son increíblemente útiles para comprender cómo ocurren las conductas de abuso sexual de mayor riesgo en las relaciones entre los abusadores y los NNA. Esta valiosa investigación ayuda a avanzar en la prevención y respuesta a los incidentes de abuso sexual infantil.
Para obtener más información sobre la investigación del Dr. Jeglic y el Dr. Winters sobre conductas de grooming o preparación, puede encontrar dónde comprar el libro Sexual Grooming Integrating Research, Practice, Prevention, and Policy aquí.