Lamentablemente muchos niños, niñas y adolescentes son víctimas de abuso en organizaciones que deberían velar por su seguridad. En una gran mayoría de estas instituciones, el personal a cargo no ha sido formado con las herramientas adecuadas para prevenir estos incidentes, situación que se puede revertir a través de una capacitación efectiva que prevenga estas agresiones.

¿Por qué es tan importante la formación?

“No cualquier capacitación puede prevenir el abuso de manera real”, dice Katie Polachek, gerente de cuentas de Praesidium Inc. Efectivamente, hay componentes clave que se deben tener en cuenta para que esta capacitación sea más eficaz en prevenir el abuso; algunas preguntas que debemos hacernos al evaluar el contenido de estas:

  • ¿Transmite el compromiso de la organización con la seguridad?
  • ¿Fomenta el adhesión de los colaboradores y voluntarios con las políticas organizacionales de prevención del abuso?
  • ¿Enseña al personal de todos los niveles su papel general y específico en la gestión de riesgos?

Polachek agrega que la capacitación debe estar diseñada para crear una cultura de seguridad en las organizaciones: “Ninguno de nosotros por sí solo puede erradicar por completo el problema del abuso. Se necesitan muchas personas diferentes en muchos roles distintos” sostiene.

¿Qué distingue a una buena capacitación?

La formación que marca la diferencia incorpora contenido relacionado a la prevención basado en habilidades: “Buscamos transmitir un contenido que cambie el comportamiento del personal”, sostiene la experta de Praesidium Inc.

La forma cómo se entrega esta capacitación a los colaboradores también juega un rol relevante. Una buena formación debe ser:

  • Impactante
  • Aplicable
  • Responsable

Además, la capacitación debe ser entregada con frecuencia, utilizando situaciones tanto formales como cotidianas.

Existen cuatro preguntas clave que usted debe hacerse al desarrollar una malla de capacitación:

1.- ¿Quién debe recibir capacitación?

Todos los miembros de la organización deben recibir capacitación. Esto incluye a directores, gerentes, personal operativo, personal de atención directa e incluso quienes trabajan como terceristas. Capacitar a todo el staff ayudará al personal a identificar áreas de alto riesgo, reconocer vulneraciones de límites y políticas e informar inquietudes. Katie Polachek sugiere también incluir en la capacitación a otros miembros de la comunidad educativa, como por ejemplo, padres y madres”, sostiene.

2.- ¿Qué debe incluirse en una malla de capacitación?

Para la especialista de Praesidium Inc., existe por una parte, una formación que es imprescindible que todos reciban, este es el “conocimiento fundacional”. Se debe enseñar a todos los miembros de la organización cómo operan los agresores, cómo prevenir el abuso entre pares, cómo reconocer las señales de abuso, etc. Posteriormente, agrega Polachek, “se debe formar según el rol que cada uno desempeña en la organización. Cuando se trata de líderes, concéntrese en el alcance y la naturaleza de los problemas de su organización y familiarícese con los mecanismos de respuesta apropiados”, señala.

3.- ¿Cuándo se debe realizar la capacitación y con qué frecuencia?

Eso dependerá del alcance y ámbito de su organización. Como regla general, mientras más capacitación reciban las personas, mejor. Capacitar a los colaboradores antes de que entren en contacto con los usuarios a quienes van a atender es fundamental. Este tipo de entrenamiento puede minimizar las acusaciones falsas de abuso y equipar a los miembros del personal con las habilidades que necesitan para su función. Respecto a la periodicidad, la capacitación constante, tanto en instancias formales como más cotidianas, reitera y refresca el conocimiento fundamental para que estas habilidades se sigan fortaleciendo.

4.- ¿Dónde se debe realizar la capacitación?

Combinar la capacitación de manera presencial con aquella que se realiza en línea es una buena opción. “Somos conscientes del hecho que las personas aprenden de diferentes maneras, por lo que es positivo integrar ambas alternativas cuando se está capacitando”, asegura Polachek.

 

La capacitación en las organizaciones es una pieza crucial para prevenir el abuso. La adecuada formación empodera al personal con las habilidades y el conocimiento que necesitan para prevenir el riesgo de abuso.

Comuníquese con Praesidium Chile para analizar diversas estrategias para el desarrollo de la malla de capacitación más adecuada y efectiva para su organización.