En Chile, no es posible proporcionar una estimación exacta de la frecuencia de las violaciones sexuales en la medicina, y esto se debe simplemente a que son muy pocas las víctimas que informan. Afortunadamente, la conducta sexual indebida en las organizaciones de atención médica se puede prevenir. Aquí hay algunos consejos para crear una cultura de seguridad para sus pacientes.

  1. Discutir y establecer límites profesionales.

Identificar los límites profesionales con los pacientes permite a una organización definir un marco de referencia de comportamiento aceptable y hace más fácil identificar cuando los límites han sido vulnerados. La información sobre los límites profesionales puede incluir:

  • Interacciones físicas
  • Interacción verbal
  • Comunicaciones electrónicas y de medios sociales
  • Contacto accidental y no accidental
  • Favoritismo
  • Dar y recibir regalos
  1. Integrar un enfoque integral de los chaperones y asistentes.

Durante los exámenes suelen estar presentes chaperones o asistentes para apoyar la privacidad del paciente y ayudar a mantener los límites profesionales durante las interacciones personales. Sin embargo, el simple hecho de tener un chaperón o asistente presente durante los exámenes íntimos no elimina completamente el riesgo. Es necesario adoptar un enfoque integral que incluya identificar:

  • Situaciones en las que se requiere un chaperón;
  • Quien puede servir de chaperón en función de su labor dentro de la organización y de la formación especializada que haya recibido;
  • El papel del acompañante durante el examen, incluyendo dónde ponerse de pie, cómo proporcionar apoyo y comodidad al paciente;
  • Cómo se introduce el concepto de chaperón y se ofrece a los pacientes;
  • Cómo documentar la presencia del chaperón; y
  • Cómo educar a los chaperones en la identificación y reporte de comportamientos de alerta.
  1. Crear una sólida educación para el paciente y sistemas de retraoalimentación

La educación de los pacientes contribuye a la seguridad general. Cuando los pacientes entienden los límites profesionales en ese contexto y lo que pueden esperar durante sus interacciones, es más probable que se involucren y hagan preguntas. Así se sentirán más cómodos para informar de preocupaciones de cualquier naturaleza que puedan afectar la seguridad propia y de los demás.

  1. Ampliar los procedimientos de respuesta y reducir al mínimo los obstáculos a la presentación de informes

La forma en que su organización responda a los informes de interacciones sospechosas o inapropiadas, violaciones de límites o sospechas de abuso puede afectar dramáticamente el daño a la víctima y el daño a su organización. Una vez que su organización se entera de una preocupación o de un reclamo sobre el tratamiento de un paciente, se deben tomar medidas rápidas y decididas para reducir cualquier riesgo posterior de daño. Éstas deben incluir métodos de respuesta claros que integren una serie gradual de respuestas. No basta con tener simplemente protocolos escritos. Todos deben saber cómo informar y hacer llegar a los superiores las preocupaciones de cualquier naturaleza. Debe haber transparencia en el proceso de respuesta.

  1. Asegurarse de que los líderes entiendan y se comprometan con una cultura de seguridad

El compromiso con una cultura de seguridad dentro de las organizaciones de salud comienza desde arriba. Para establecer esta cultura de seguridad, los líderes deben demostrar un compromiso con la prevención de abusos, públicamente y con frecuencia, en palabras y acciones. El compromiso requiere que la prevención del abuso sea una responsabilidad designada y requiere un enfoque de sistemas integrales para la prevención del abuso.

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