Abril es el Mes de Prevención del Abuso Infantil, tradición que desde 1983, después de décadas de esfuerzos de distintos actores defensores de los niños, niñas y adolescentes (NNA), que presionaron no solo para crear y cambiar leyes para protegerlos, sino que también para generar conciencia del rol que juegan los adultos en la protección y resguardo de sus derechos. El propósito de este mes es crear conciencia sobre la prevención del abuso infantil y de cómo, tanto individuos como comunidades pueden ayudar a prevenir el abuso y negligencia en contra de los NNA.
A nivel mundial, el origen del mes de la prevención del abuso infantil se remonta a la década de 1980, cuando se comenzó a visibilizar y a tomar conciencia sobre la magnitud y gravedad del problema del abuso sexual infantil en diferentes países.
En 1985, la organización estadounidense «National Child Abuse Prevention Month Coalition» declaró abril como el «Mes Nacional de Prevención del Abuso Infantil» en los Estados Unidos. Esta iniciativa buscaba promover la concientización y la prevención del abuso infantil a través de campañas de sensibilización, actividades de educación y capacitación. A partir de esa fecha, otros países y organizaciones internacionales han ido sumándose a la iniciativa de dedicar un mes específico para la prevención del abuso sexual infantil.
Este 2023, Praesidium Chile fue invitado a participar en la campaña “Cuidemos la infancia” que busca impulsar a nivel nacional, en el marco del mes de la prevención del maltrato infantil, erradicar el maltrato, promover el buen trato y garantizar un futuro más seguro y justo para NNA. Somos más de 100 organizaciones vinculadas a la infancia, unidas por la convicción de que la infancia merece estar en el centro la atención de la sociedad.
Para reconocer, evitar y prevenir métodos violentos de crianza y trato en las familias, establecimientos educaciones, hogares de acogida, programas, centro de salud o deportivos, es necesario entender que la violencia va más allá del maltrato físico. Las consecuencias de los malos tratos y/o episodios adversos (que incluyen abusos infantiles, violencias domésticas, negligencia, enfermedad y trastornos de salud mental de los cuidadores o adultos responsables, entre otros) pueden impactar directamente el desarrollo físico y mental de quienes están creciendo, y definir sus vidas para siempre.
Todos y cada uno de los NNA deben saber que, si bien los adultos responsables de cuidarlos muchas veces pueden estar enojados o tristes –por razones conocidas o desconocidas para los NNA-, esto nunca puede ser motivo para ser víctimas de violencia de cualquier tipo. Nada justifica golpes o insultos, o cualquier forma violenta de trato. Los NNA tienen derecho a crecer en ambientes sanos y libres de malos tratos.
Se puede hablar de que un niño o niña es víctima de maltrato cuando sufren actos de violencia física, emocional o sexual, ya sea ocasional o habitualmente, en el grupo familiar, las instituciones u otros entornos. También constituyen actos de maltrato el no entregar los cuidados necesarios para un sano desarrollo: a esto se le llama negligencia.
En Chile, ha evolucionado significativamente el compromiso de proteger a los más vulnerables de nuestra sociedad y de visibilizarlos como sujetos de derechos. Sin embargo, este cambio no será completo mientras los adultos responsables no asuman su rol en la protección y prevención de abuso de los NNA. Para empezar a saldar esta deuda histórica que tenemos con la infancia, es importante partir por informarnos. Cada uno de nosotros tiene la oportunidad y la responsabilidad de ser un agente de cambio y promover ambientes seguros de prevención del abuso infantil.
Para obtener más información sobre cómo puede participar y avanzar en el movimiento de prevención del abuso infantil, comuníquese con info@praesidiuminc.com.
«Siempre dicen que el tiempo cambia las cosas, pero en realidad tienes que cambiarlas tú mismo». Andy Warhol.