La importancia de crear una Cultura de Seguridad en Organizaciones de Salud

Debido a la vergüenza, al miedo, al desconocimiento o a una lealtad mal entendida hacia el médico, los pacientes víctimas de abuso sexual en instituciones de salud rara vez denuncian; en Chile no existen cifras con una estimación acerca de la frecuencia de abusos sexuales a pacientes en los centros de Salud ni en la práctica de la medicina en general.

En EEUU, el estudio “Sexual Violation of Patients by Physicians: A Mixed-Methods” de 2017, reveló que la conducta sexual inapropiada en la medicina va mucho más allá de los incidentes “típicos” sobre los límites sexuales y el sexo consensuado con los pacientes y puede incluir no solo comportamientos, insinuaciones, roces, tocaciones, presión corporal o comentarios fuera de lugar sino también delitos graves de abuso de menores, sodomía y violación, vulneraciones que pueden ser repetidas durante años antes de ser descubiertas.

Particularmente, en el caso del abuso entre médicos, la encuesta “Violencias de Género en la Práctica Médica” realizada por el COLMED a médicos y médicas en 2019, reveló que un 11% de la población femenina (versus un 3% de la población masculina), había sido víctima de violencia sexual en el último año.

Sin embargo, las conductas sexuales inapropiadas en las organizaciones de atención de salud pueden ser prevenidas. A continuación, se ofrecen cinco consejos para crear una cultura de seguridad tanto para los pacientes, como para todo el personal de salud de la organización.

LIMITES Discutir y construir mejores límites profesionales.

Identificar los límites profesionales que se deben tener con pacientes permitirá a la organización definir un marco de referencia de comportamientos aceptables y ayudará a identificar cuando se considerará que esos límites han sido traspasados. Una vez definidos estos límites, es importante ponerlos por escrito y difundirlos ampliamente para conocimiento de todos los miembros de la organización, incluyendo a los pacientes. Dar a conocer este marco de referencia que define e incorpora lo que es o no aceptable en una atención médica o examen, es clave.

CHAPERONES Un enfoque integral respecto a chaperones y asistentes

El simple hecho de tener un chaperón o asistente presente durante los exámenes físicos no asegura que se elimine el riesgo de abuso.

En 2018, un ginecólogo que atendió a estudiantes de la Universidad del Sur de California (USC) por 30 años, fue acusado por más de 400 jóvenes de comportarse de manera inapropiada durante los exámenes médicos. En muchos casos, las pacientes nunca antes habían ido a un ginecólogo y no sabían qué esperar. Muchas indicaron que sintieron que algo no parecía adecuado durante el examen, aun cuando había una chaperona en la habitación.

Claramente no es suficiente que esté presente un acompañante. Si una enfermera está en la habitación, haciendo trámites o intencionalmente sin observar el procedimiento,  para respetar la privacidad o para evitar que se dé a entender que hay desconfianza respecto al doctor, se da la posibilidad de tocamientos inapropiados.

Es fundamental que los chaperones reciban una capacitación formal sobre cómo respetar la privacidad junto con dar una supervisión adecuada y que tengan disponible medios de denuncia cuando el comportamiento sea sospechoso o parezca inapropiado.

EDUCAR A LOS PACIENTES Crear una sólida educación y retroalimentación para el paciente.

Es necesario alertar a los pacientes y padres o acompañantes, sobre comportamientos sospechosos, comentarios sexuales inapropiados o contacto físico innecesario. Educar a los pacientes permite contribuir a la seguridad de todos por lo que la organización debe difundir información acerca de los límites profesionales y lo que los pacientes pueden esperar durante su consulta.

También es clave desarrollar y promover canales institucionales de denuncia, que permitan a los involucrados hacer llegar sus quejas de manera sencilla, rápida y confidencial. Este canal de recepción de denuncias debe intentar pedir un mínimo de datos al denunciante de manera de promover la entrega de la denuncia.

RESPUESTA Ampliar los procedimientos de respuesta y minimizar las barreras a la hora de informar.

Si una organización recibe información sobre una sospecha o denuncia de algún paciente, debe actuar de manera rápida y determinación para reducir el riesgo de un daño mayor; la única manera de que un abuso se detenga, es denunciándolo a través de canales institucionales. En el caso de los establecimientos de salud, si un paciente menor de edad es agredido sexualmente, la entidad tiene obligación legal  de denunciar al ministerio público, Carabineros o PDI, dentro de las 24 horas de conocido el hecho; en el caso de un paciente adulto, es necesario que la denuncia la haga él /ella por sí mismo.

COMPROMISO Asegurar que el liderazgo entienda y se comprometa con una cultura de seguridad.

Para establecer una cultura de seguridad dentro de su organización, los líderes deben mostrar compromiso con la prevención del abuso, públicamente y con frecuencia, tanto en palabras como en acciones.

Tanto las escuelas de medicina, como los colegios médicos y las instituciones estatales y privadas relacionadas con la salud, tienen la responsabilidad de proteger a los pacientes mediante la formación en prevención del abuso y en la detección y respuesta oportunas, para evitar la ocurrencia de un abuso y así proteger a los pacientes de la pequeña minoría de médicos que participan en actos de abuso sexual.

Los pacientes también deben recibir información acerca de qué esperar en una atención o procedimiento médico y cómo denunciar una conducta sospechosa o una situación de conducta sexual inapropiada.